Nicole Rojas. El segundo encuentro de Mulleres Bravas organizado por Amigos da Terra y Enxeñería Sen Fronteiras con el apoyo de AGARESO se llevó a cabo el pasado jueves 12 de mayo como parte del curso Escola de Sustentabilidade e Cidadanía Global en la Universidad de Santiago de Compostela.


Foto: Mulleres Bravas de Honduras y Galicia en la Universidad de Santiago de Compostela.

Desde Honduras llegaron de nuevo algunas representantes de la tenacidad en el ámbito medioambiental y agrícola del país centroamericano, Leni Suyapa Betancourt y Francisca Sipriana Muñoz, quienes aprovecharon para compartir y reunirse junto a mujeres gallegas, también tenaces, que les platicaron un poco acerca de los proyectos que se producen aquí como Mulleres Salgadas y Arousa en Transición.

Durante el encuentro, un espacio abierto para conocer las experiencias de todas las participantes y su trabajo, la primera en tomar la vocería fue Francisca, una mujer hondureña sin pelos en la lengua, a quien le gusta compartir sus experiencias de más de 20 años en defensa del territorio y los derechos de las mujeres. Fue fundadora del Comité Municipal de Defensa de la Naturaleza y de la Asociación de Comités Ecológicos del Sur de Honduras y, desde hace 4 años es coordinadora de la Oficina Municipal de la Mujer. Actualmente su trabajo se enfoca en una escuela de campo que basa su actividad en la agricultura ecológica.

La siguiente en participar y contarnos un poco sobre ella es Leni, quien hace parte de la Comisión Ambiental Municipal su pueblo y también participa de forma activa en la defensa de su territorio ante las amenazas de la minería y de la industria fotovoltaica.

Leni contó cómo llegó a integrarse en la ganadería sostenible cuando en su casa comenzaron a producir y distribuir leche de vaca y quesos. Ella hace parte de un grupo de mujeres organizadas que trabajan para generar ingresos con estas ventas y así fortalecer el trabajo colectivo y los grupos de base.


Foto: Leni Suyapa Betancourt

Al finalizar los relatos de Leni y Francisca en Honduras, se dio paso a Dolores Gómez Ordóñez, directora y representante de la Asociación de Mulleres Salgadas, la primera y única asociación de ámbito autonómico gallego de mujeres del sector pesquero.

La asociación de Mulleres Salgadas es una organización feminista, pues reconoce y promueve el valor del trabajo de las mujeres en cualquier ámbito relacionado con el mar y busca, por supuesto, la mejora en las condiciones de las trabajadoras, razón por la que  esta organización acoge todas las profesiones y labores del mar y hoy en día cuenta con más de 1.500 asociadas.


Foto: Dolores Gómez Ordóñez, directora de Mulleres Salgadas.

Por último, pero no menos importante, se dio paso a Arousa en Transición, una ONG que trabaja defendiendo el medioambiente y busca generar caminos hacia la transición energética. Ejemplo de ello, es el trabajo que realizan mediante la sensibilización de la población para la búsqueda de soluciones a la crisis ecológica, procesos de investigación. Su máximo pilar podría decirse que es la creación de una comunidad energética que logre generar beneficios medioambientales, económicos y sociales y por supuesto, energéticos.


Foto: Representante de Arousa en Transición.

Pero la jornada no acabó allí, pues al finalizar las intervenciones de todas las representantes, se habló acerca de cómo el papel de la mujer en los campos de la economía social y la sostenibilidad no es sólo vital, sino que es muchas veces menospreciado y no se tiene en cuenta la carga de otros aspectos sociales vinculados normalmente al papel de la mujer. Inclusive se mencionó cómo es evidente aún, la falta de representación en cargos de importancia y directivas frente al porcentaje normalmente alto de varones.

Pese al debate y el sinsabor de un sentimiento colectivo de desigualdad aún bastante presente en la sociedad y en los gremios allí presentes, la conclusión de la jornada fue más alentador, al darnos cuenta de que, si bien a ratos parece que vamos a pasos demasiado lentos, son pasos firmes. La colectividad y el trabajo en grupo en busca de un bien común, sí transforma y es así como, por ejemplo, las mujeres hondureñas han podido posicionarse como piezas claves en el trabajo medioambiental en su país, a pesar de la cultura y las dinámicas que históricamente han oprimido y minimizado el papel de la mujer.

El encuentro no podía terminar de otra manera que no fuese agradeciendo a todas las Mulleres Bravas presentes. Desde las representantes educando y compartiendo sus historias y proyectos, hasta las participantes, escuchando y tratando de empaparnos un poco de toda esa sabiduría que nos acompañó durante un par de horas en un aula pero que nos quedará como enseñanza para siempre.