La contrapublicidad es una metodología que promueve la reflexión sobre los mensajes que recibimos a través de la publicidad, la creación de mensajes propios y el activismo social. Puede ser aplicada en el contexto digital o en el analógico, dependiendo de las posibilidades, pues el objetivo principal es el proceso, no el producto final. Se emplea principalmente a abordar temáticas como el consumo responsable, la protección de en medio ambiente y los estereotipos de género.

La metodología consiste en tunear anuncios publicitarios, modificando el mensaje y promoviendo causas sociales. La cartelería, en digital o analógico, puede distribuirse después por el entorno del colectivo participante (barrio, escuela, administraciones públicas)