El acogimiento familiar es

El acogemiento familiar es

El acogimiento familiar es… es una campaña de comunicación que desarrollamos este 2022 con la asociación gallega de familias de acogida (Acougo) para explicar las principales características de este recurso de protección temporal y revocable para las y los menores en desamparo que consiste en confiar su cuidado a una persona o familia que reuna las condiciones necesarias.

Acougo denuncia que en Galicia hay más de 1000 menores acogidos en centros residenciales y que más de 200 de ellos tiene menos de 10 años. Es urgente y necesario favorecer el acogemiento familiar y aligerar las cifras de acogimiento residencial que se están dando en nuestra comunidad.

Para conseguirlo, difundiremos a lo largo de los próximos meses una serie de vídeos con testimonios que explican que es el acogimiento familiar, poniendo a las niñas y niños en el centro. Elisa, Rebeca, Juan, Natalia, Victoria, Begoña y Kike forman parte de cinco familias de acogida, cada una de ellas con sus particularidades. Madres que acogen solas, con o sin hijos biológicos previos, parejas que acogen a uno o a varios niños, en función de las necesidades de los menores y de las posibilidades de las familias que los reciben. Familias acogedoras que tejen lazos con las familias biológicas, más o menos fuertes, en cada momento.

A partir de sus experiencias, elaboramos una serie de materiales multimedia para explicarle a la sociedad que el acogimiento familiar es intimidad sobre la que construir amores futuros; es estabilidad psicológica, afectiva y social; es versatilidad, creatividad a la hora de imaginar familias diversas que se adaptan a crianzas diversas; es vínculo con los orígenes, al servicio de la estabilidad emocional de las crianzas; y es protección urgente, temporal o permanente, según las necesidades de las y los menores.

LA CAMPAÑA

En Galicia, cada año, más de 2500 menores sufren el desamparo de pertenecer a una familia que no puede cuidarlos como merecen. Cerca de la mitad esperan una solución en centros residenciales. El resto, encontraron su sitio con abuelas o tías o en familias de acogida como las que estáis a punto de conocer. Familias diversas que se adaptan a las necesidades de las crianzas dentro de las posibilidades del hogar que las recibe. Familias únicas, como todas. Como las vuestras.

Las y los menores en situación de desamparo encuentran en las familias acogedoras un espacio seguro en el que crecer física, psicológica, afectiva y socialmente. Una referencia de cuidado equilibrada y cariñosa que les ayudará a compensar y a reparar los daños vividos. Una base estable y sólida sobre la que construir todos los futuros posibles.

El acogimiento familiar es un recurso de protección que se adapta a las necesidades de las y los niños en situación de desamparo. La convivencia de los menores con la familia de acogida puede ser plena, de fines de semana y vacaciones o de día y la duración del acogimiento puede ser breve, larga o permanente. Todas las niñas y niños tienen derecho a crecer en familia y todas las familias pueden ofrecer su grano de arena para que así sea. En la medida de sus posibilidades.

Todas las niñas y niños deben estar debidamente protegidas. Cuando sus padres no pueden ofrecerles ese cuidado, las instituciones se hacen cargo, bien mediante el acogimiento familiar o mediante el acogimiento residencial, es decir, en un centro. La ley recoge, expresamente, el deber de dar prioridad al acogimiento familiar sobre residencial. Las cifras de crianzas vulnerables que crecen en instituciones en Galicia y en el resto del Estado son alarmantes.

En el acogimiento, es la familia a que se adapta al menor y no al revés. En todo caso, al contrario que en el caso de las adopciones, todos los acogimientos familiares tienen una duración determinada y, siempre que sea posible y recomendable, se favorece el contacto con la familia biológica, para que no se pierdan los vínculos afectivos.

EL SISTEMA DE PROTECCIÓN EN CIFRAS

Todas las niñas y niños deben estar debidamente protegidos y asistidos y, cuando sus padres no pueden ofrecerles ese cuidado, las instituciones deben hacerse cargo. No se trata sólo de abandono o de maltrato, sino de descuidos graves en lo relativo a la alimentación, a la higiene o a la salud o de conductas adictivas o transtornos graves que les impidan a las personas responsables el cuidado de sus hijos e hijas. Cuando un menor se encuentra en situación de desamparo en Galicia, la Xunta asume su tutela y cuidado. Y, cuando los padres, madres o tutores, no puedan cuidar de sus hijos, pueden solicitar que la Xunta asuma su guardia durante el tiempo preciso para reconducir la situación. Esa misma solicitud puede hacerla un juez. En todo caso, cuando la Xunta asume el cuidado -la guardia- de un o de una menor, tiene dos maneras de ejercerlo: mediante el acogimiento familiar y mediante el acogimiento residencial, en un centro.

Algunos de los principios que rigen el sistema del acogimiento son: dar prioridad al acogimiento familiar sobre lo residencial; evitar, en la medida del posible, la separación de hermanos; favorecer la permanencia de las y los menores en su propio ambiente, procurando que el acogimiento se produzca en la familia extensa; apoyar y fomentar las relaciones con la familia biológica, para posibilitar su reintegración; y mantener la medida por el tiempo estrictamente necesario.

En Galicia, según los datos ofrecidos por la Consellería de Política Social en sus Estadística de protección de menores, el año 2020 había 1921 menores en situación de tutela y 650 en situación de guardia. De estos 2571 menores, 1359 fueron acogidos/as por familias (1082 en extensa, dentro de su propia familia biológica, y 276 en ajena, por una familia con la que no tenían parentesco previo) y 1213 fueron acogidos en centros (218 de gestión pública y 995, de gestión privada).

La Consellería no desglosa estos datos por grupos de edad, por lo que para conocer las edades de estas/os menores hay que recurrir a las estadísticas ofrecidas por el INE en su Boletín de datos estadísticos de medidas de protección a la infancia, que no coinciden exactamente con los de la Xunta. Así, el INE cifra en 890 los menores acogidos en centros en Galicia el 2020, de los que 39 tienen menos de 3 años, 66 tienen entre 4 y 6 años, 167 tienen entre 7 y 10 años, 271 tienen entre 11 y 14 y 347 tienen entre 14 y 17. El INE cifra en 1083 los menores en acogimiento familiar en Galicia ese mismo año, 893 dentro de su propia familia biológica (en extensa) y 190, en familia ajena. De ellos, 127 tienen menos de 3 años, 101 tienen entre 4 y 6 años, 218 tienen entre 7 y 10 años, 343 tienen entre 11 y 14 y 294 tienen entre 14 y 17.

Es urgente y necesario, a la luz de las cifras ofrecidas por las propias instituciones, favorecer el acogimiento familiar y aligerar las cifras de acogimiento residencial que se están dando en nuestra comunidad.

Share This