Dibuja a una persona migrante. Con esta tarea dio comienzo la tercera sesión del Seminario de Comunicación y Cooperación internacional con Lucía Mbomío como ponente para hablar sobre el tratamiento a las personas negras en los medios de comunicación.

La evolución del racismo en los medios de comunicación es clara, y así lo ha retratado Mbomío, pero eso no significa que se haya erradicado, ni mucho menos. Con claros ejemplos del día a día de los medios más comerciales y populares de nuestro país, el alumnado ha podido ver claramente retratado el perfil de la persona negra en las narrativas españolas.

Hasta cuando están muertos les llaman migrantes y no personas”, señala mientras muestra diapositivas con recortes de periódicos de gran relevancia en España en los que aparecen cuerpos sin vida de personas negras sin pixelar, acompañados de titulares en los que se deja claro que esa imagen no es de un ciudadano español.

Es peor llamarle a alguien racista que serlo”, sentencia Lucía Mbomío, quien comenta que se relaciona ser racista con ser mala persona. La tecnología ha evolucionado hasta el punto de que casi cada persona puede ser reportera, solo hace falta un móvil y estar en el lugar y momento preciso. Gracias a ello debería ser más fácil construir un retrato verídico del racismo presente en nuestra sociedad e instituciones. Sin embargo, “cuando vemos algún momento racista, que ahora podemos grabarlo con facilidad, lo tratamos como algo anecdótico, no como algo revelador”.

Los estereotipos por el color de piel abarcan desde lo sexual hasta las comparaciones con animales, siendo muy frecuentes los titulares en los que se llama “pantera negra” -u otro animal- a deportistas negros que han destacado en sus disciplinas. Estos deportistas pasan de recibir insultos y comparaciones denigrantes cuando empiezan a ser conocidos a ser héroes racializados que ganan medallas para su país.

La relación en el imaginario colectivo de negro y crimen sigue estando muy presente, “como el acrónimo MENA que ha acabado siendo sinónimo de criminal”, ejemplifica Lucía Mbomío, “imaginaos qué es eso para alguien que crece así, en términos de desarraigo”. Menores de edad, solos, lejos de su país y en un nuevo lugar en el que se les señala por su color de piel y origen.

Lucía Mbomío no quiso acabar este retrato de los medios de comunicación y las personas negras sin hablar del machismo, pues es una doble condena para las mujeres negras que llegan a España. La ponente comentó tanto la sexualización como la etiqueta de “mala madre” que se le pone a toda aquella que no cumple con la idea de madre negra entregada y todoterreno.

Al finalizar la sesión, el alumnado tuvo oportunidad de hacer preguntas y comentar aspectos relevantes. Estos últimos minutos se convirtieron en un espacio en el que se compartieron eventos claramente racistas, así como reflexiones personales.