Sara Covas, Sonia Díaz y Ana González Liste, en representación de Arelas, Agareso y el Colegio de Periodistas, debatieron este jueves sobre la visión de la juventud trans gallega y sobre su tratamiento mediático. Desde el colectivo, se reclama el fin de prácticas como la patologización de lo trans o el uso del dead name y se pide a las y a los periodistas hacer un esfuerzo por presentar historias en positivo y referentes trans para la juventud.

La realidad de la juventud trans gallega y su representación en los medios de comunicación fueron analizadas el pasado jueves en un encuentro organizado por el Colegio Profesional de Periodistas de Galicia y Agareso, en la Casa Xohana Torres de Santiago de Compostela. Sara Covas, de la asociación Arelas, fue la encargada de transmitir la visión de los y de las menores trans sobre el tratamiento periodístico que reciben en un acto en el que participaron también Sonia Díaz, en representación de Agareso, y Ana González Liste, por el Colegio de Periodistas

Covas reclamó al colectivo de periodistas que se solucionen algunos defectos en el tratamiento de las personas trans, como la propensión a presentarlas como víctimas de una patología o un trastorno o la persistencia de afirmaciones como que están «en el cuerpo equivocado». Estos serían los ejemplos más extremos de una tendencia que casi siempre vincula en los medios a las personas trans con el sufrimiento, reclamándose desde la juventud la necesidad de retratar también una realidad trans feliz. Por otra parte, hizo hincapié también en que es necesario que los medios erradiquen el uso del dead name (el nombre anterior a la transición o la asunción de la identidad de género) en las informaciones, algo que desde lo colectivo se considera «totalmente irrespectuoso y tránsfobo».

En el encuentro se destacó también la necesidad de que los medios de comunicación muestren referentes trans para la infancia y la juventud, algo que no siempre resulta sencillo, debido a que la exposición de las personas trans puede provocar que reciban todo tipo de agresiones, incluso físicas. De hecho, se denunció que lo que ocupa la mayor parte de la agenda informativa es una sobrerrepresentación de los casos fingidos de utilización de la ley trans, unida a una alarma ligada a la ley sobre esos cambios de sexo para eludir condenas judiciales. En este sentido, se instó a las y los periodistas a evitar dar voz solamente a quien busca activamente esa exposición mediática, para acudir a las fuentes propias del colectivo y contribuir así a dar mensajes en positivo sobre la juventud trans.