La activista salvadoreña Laura Herrera, responsable del Programa Feminismo y Justicia Ambiental de la Colectiva Feminista Para el Desarrollo Local, denunció en su visita a las localidades de Tomiño, Burela, Cariño, Pontedeume, Cabanas y Nigrán las consecuencias que tiene para El Salvador la mala gestión de los recursos naturales y explicó en qué consiste el movimiento salvadoreño para la gestión popular del agua, así como las sinergias que se generaron para tejer este movimiento a nivel municipal y social.
Tomiño Burela Cariño
La activista defendió el derecho humano al agua, sobre los intereses empresariales, y habló sobre el trabajo que realizan las comunidades rurales de El Salvador en una intensa gira por la geografía gallega en la que pudo conversar con la alcaldesa de Tomiño y con los alcaldes de Burela, Pontedeume, Cabanas y Nigrán, además de con concejales y concejalas responsables de las distintas áreas, con personal municipal encargado de las labores de gestión del agua, de igualdad, de participación y de la agenda 2030 y con entidades sociales de todas las localidades.
Pontedeume Tomiño Nigrán
También tuvo ocasión de conversar con alumnado de Tomiño y Nigrán y visitó dos sistemas de gestión del agua: la estación de tratamiento de agua potable de Cabría, en Pontedeume, gestionada por la empresa Viaqua; y una traída de agua comunitario, en Nigrán, donde estuvo acompañada por responsables de la Asociación de traídas de agua rural, Coxapo, que la informaron sobre las problemáticas que afrontan en su labor en el territorio gallego. Finalmente, pudo conocer a las mujeres implicadas en la gestión del agua en las parroquias del municipio pontevedrés y escuchar las dificultades que encuentran, también en Galicia, a la hora de participar en un sector tradicionalmente tan masculinizado.
Instalacións de Viaqua en Pontedeume Con Coxapo en Tomiño Mulleres lideresas da auga en Galicia
Los miembros de las corporaciones locales se interesaron por cómo recibían las administraciones locales salvadoreñas el proyecto, valorando la dimensión municipalista de la propuesta, así como por los próximos pasos y objetivos. También preguntaron por la posibilidad de desarrollar un trabajo similar en las escuelas y sobre cómo se trabaja con los hombres de las comunidades para que vean con buenos ojos a incorporación de las mujeres a puestos en los que tradicionalmente no estaban representadas.
El alcalde de Pontedeume mencionó también el episodio de turbidez que presentaron hace unos años las aguas de la localidad, recordando los diez “catastróficos” días sin acceso al agua, poniendo de manifiesto “el importantísimo de este recurso que muchas veces no valoramos como deberíamos”.
Los representantes de la corporación municipal de Cabanas, por su parte, destacaron la importancia de la organización social “en red”, reflexionando sobre lo importante papel que desarrollan las mujeres del rural en la localidad y valorando muy positivamente la experiencia de la organización salvadoreña.
Escuela de lideresas y comunicadoras comunitarias
En esas reuniones, la activista salvadoreña presentó también los resultados de la Escuela de lideresas por lana defensa ambiental que la Colectiva Feminista ha desarrollado a lo largo del último año en el Departamento de Cuscatlán, coacompañamento de Agareso y con la financiación del Fondo Gallego de Cooperación.
Herrera contextualizó la situación medioambiental que están viviendo muchos de los países latinoamericanos y como nuestras pautas de consumo generan impactos negativos en países como El Salvador. Y explicó los mecanismos de participación ciudadana que ha promovido la Colectiva Feminista para visibilizar esta situación, como la Consulta Popular por el Derecho Humano al Agua, que pretende regular las actividades que afectan la gestión integral del agua, garantizando su sostenibilidad y que la población sea prioridad en su distribución.
En El Salvador, las problemáticas ambientales afectan especialmente a las y los habitantes de las comunidades pobres y rurales y, aunque existen mecanismos para denunciar, éstos no son lo suficientemente conocidos para hacerlo sin miedo o para impulsar acciones de contraloría social y ciudadana. Por otra parte, el desinterés y la falta de educación ambiental de la población generan un cierto acomodo de las instituciones y de las diferentes estructuras comunitarias para la defensa, promoción, protección y restauración de los Derechos y de la Justicia Ambiental.
Tanto Agareso como el Fondo Gallego de Cooperación buscan, con estas actividades, dar a conocer los resultados del proyecto, vincular las luchas de Sur con las que se están dando en Galicia, y sensibilizar tanto a los ayuntamientos, como a los medios de comunicación y los movimientos sociales de la necesitad de generar sinerxias para que estas luchas puedan tener impacto.
Algunas lideresas gallegas
En este sentido, en su visita a Galicia, Laura Herrera tuvo ocasión de conversar con algunas de las lideresas gallegas que, nos últimos años, han ido ocupando poco a poco cargos de responsabilidad en las comunidades de gestión de agua de Coxapo. En ese intercambio, pudo comprobar que las problemáticas que limitan el acceso de las mujeres a los puestos de liderazgo son globales y que las estrategias y soluciones también lo pueden ser. Una de estas mujeres que ahora os presentamos expresó en su conversación con la activista salvadoreña que el camino que la llevó hacia un puesto de responsabilidad en la gestión del agua de su comunidad no fue sencillo, pero que no se arrepiente de tenerlo hecho: “es importante que nosotras estemos aquí, para las mujeres de hoy y para las que vengan detrás”.
Cristina Martínez Álvarez Elena Díaz Sampayo Mónica González Álvarez Mónica Otero Álvarez Montse Martínez Gómez Pili Seves Álvarez
En la conversación, también estuvieron presentes lideresas políticas de la localidad, que mostraron su unidad en la defensa de la necesaria incorporación de las mujeres a los puestos de toma de decisiones.
Cristina Martínez Violeta de Santiago Isabel Díaz